Las "deudas" con los centros financieros del poder reemplazan hoy a las armas de los viejos imperialismos. La deuda es pues el yugo del nuevo imperio

PAGO CON RESERVAS DEL BANCO CENTRAL. LAS NECESIDADES Y URGENCIAS AJENAS

Como en respuesta al legado perverso y permanente de José Alfredo Martínez de Hoz, verdadero arquitecto del golpe de estado de Marzo de 1976 llamado pomposamente “Proceso de Reorganización Nacional”, los seis gobiernos elegidos por el voto popular a partir de Diciembre de 1983, han omitido prolijamente la denuncia de uno de los grandes crímenes llevados a cabo en esos casi ocho años de dictadura cívico-militar.

Ellos fueron la desaparición forzada de personas y la aparición forzada de un sobreendeudamiento arbitrario e innecesario, llevados a cabo por las dos máximas autoridades de ese gobierno: el General Rafael Videla y su ministro estrella, el citado Martínez de Hoz. Y cuando decimos máximas autoridades estamos diciendo que los “soberanos” eran precisamente ellos dos y no el pueblo argentino, el que fue sometido sistemáticamente a una pérdida de derechos en todos los sentidos.

Por uno de esos crímenes, Videla es aún hoy sometido a nuevos juicios en diversos juzgados de nuestro territorio. Por el contrario, Martínez de hoz, no solo no ha sido condenado ni acusado, sino que su “creación”, el aumento desmedido de la Deuda Externa, es respetado como su fuera un mandato irrevocable de los padres de la Patria.

Por esa razón precisamente, es que la deuda acumulada en ese tiempo, reviste el carácter de “NO SOBERANA”. Debemos recordar que las únicas deudas que deben “honrarse”, son las soberanas, es decir las contraídas bajo la vigencia del principio de la Soberanía Popular.

En ese sentido, todos los procesos de refinanciación posteriores, a saber: plan Brady (1993), Blindaje (fines de 2000), Megacanje (abril de 2001), canje de Néstor Kirchner (fines de 2004), pago por adelantado al Fondo Monetario Internacional (15 de Diciembre de 2005) y ahora la suspensión temporaria de la Ley Cerrojo y la creación del Fondo del Bicentenario para garantizar el pago de los vencimientos del próximo año 2010, se inscriben todos dentro de ese marco original de deuda contraída a espaldas del pueblo argentino, en contra del pueblo argentino.

Es necesario decirlo con todas las letras: En el tratamiento de la Deuda Externa Argentina hay una absoluta continuidad del Proceso en cuanto a su cumplimiento. No es emitiendo insultos contra “la puta oligarquía” como trazaremos un nuevo rumbo hacia nuestra plena Independencia, sino desmontando los mecanismos que nos impiden avanzar hacia un porvenir de Dignidad para nuestro pueblo. Uno de ellos es la denuncia y el repudio de esta verdadera maldición antinacional –la deuda externa- que nos somete y nos humilla.

No hay registros contables de la deuda contraída, pero sí hay registros contables en el Banco Central de lo que YA HEMOS PAGADO a lo largo de los 26 años que van de 1983 a 2009.

Argentina ha pagado largamente su verdadera deuda, la soberana, anterior al 24 de Marzo de 1976. Argentina no es un país deudor. Los que prestaron sus dineros a delincuentes y usurpadores, deben reclamar a ellos o a las instituciones que los respaldaron por dichos préstamos.

Poner las reservas del Banco Central a disposición de quienes fueron co-responsables del fraudulento sobreendeudamiento es en el mejor de los caso un despropósito. En el peor de los casos es una complicidad infame que se suma a las cobardías políticas de los eternos pagadores y a los temores económicos con que nos asustan los eternos acreedores.

Cada dólar, libra esterlina, yen o cualquier moneda extranjera que esté depositada o circule en nuestro país, es fruto de un producto nacional exportado, desde un grano de soja a un lingote de aluminio industrializado. Las reservas económicas deben estar al servicio del bienestar del pueblo que las forjó y no para el disfrute de un pelotón reducido de obesos especuladores que hacen del saqueo de pueblos y de la usura permanente sus herramientas de trabajo.

A través del Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 2010/2009. el gobierno de la Sra. Cristina Fernández de Kirchner, su ministro de Economía, Amado Boudou y su asesor ad-honorem y hombre del Fondo Monetario Internacional, Mario Blejer, han asegurado a quienes nos reclaman los pagos, que estos se realizarán puntualmente. Para ello ponen de garantía nuestras reservas. ¿Qué necesidad había de hacerlo ahora? ¿Y cual era la urgencia, si se trata de un pago a hacer el año próximo? Como no tenemos las respuestas oficiales, ensayaremos una propia.

Se trata de llevar tranquilidad y seguridad por un año más a los sucesores y continuadores de aquel proceso de sobre endeudamiento irresponsable que a manera de una eterna hipoteca, pesa sobre el sufrido cuerpo social argentino. Se afirma, antes de terminar el año, que en el próximo todo será igual. Que “nosotros seguiremos pagando, para no ser una república bananera” como dijera el jefe del bloque oficialista de la Cámara de Senadores, Miguel Angel Pichetto, ante la valiente decisión del Presidente de Ecuador, Rafael Correa, en Noviembre de 2008, de no pagar vencimientos de la Deuda Externa Ecuatoriana, que a través de la Auditoría realizada desde Julio del 2007, se había comprobado eran totalmente ilegítimos.

La necesidad y la urgencia, en realidad no eran nuestros. Eran de quienes hacen del sometimiento un oficio y querían una declaración expresa. Una especie de declaración de derrota. Y de derrota a futuro, lo que es más grave. El pueblo argentino es hoy totalmente ajeno al trazado de su propio porvenir. No delibera ni gobierna, ni a través de sus representantes. La delegación casi permanente de poderes del Legislativo al Ejecutivo desde el Plan Brady en adelante, que impide que los 257 diputados nacionales y los 72 senadores nacionales se ocupen del tema de la deuda externa argentina, es solo una prueba de ello.

Solo dos personas deciden por millones. El Presidente y el Ministro de Economía. La soberanía popular, es hoy solo una figura virtual de nuestra Constitución Nacional. Para decirlo con palabras de don Alejandro Olmos: “La soberanía de los banqueros se impone a la soberanía de los Estados”. Solamente la formidable paciencia de nuestro pueblo les permite avanzar por los viejos caminos de las mismas claudicaciones. Martínez de Hoz debe sonreir tranquilo. Su legado ya lleva 26 años de prolijo cumplimiento. Hay dos grandes causas –entre otras- sin resolver en estas tierras australes. Uno es el de Malvinas y el otro el de la Deuda Externa.

La ventaja de resolver el de la Deuda, es que esa deuda reclamada tiene un carácter que no la hace obligatoria para su pago al pueblo argentino y a sus gobiernos. La deben pagar los delincuentes y usurpadores que la contrajeron y las instituciones que los respaldaron. Quienes pagaron y siguen pagando, obran de esa manera como continuadores en el campo económico, de aquella banda de Marzo de 1976.

Solo si pensamos como acreedores y no como deudores, seremos un pueblo libre. Un proceso de colonización cultural nos abruma día a día. Pensemos y obremos como hombres y mujeres libres y hallaremos el camino que está por hacerse. La única condición necesario es trazarlo de pié y no de rodillas, como se hace hasta ahora.

Fernando Ceballos-Miembro del Foro Argentino de la Deuda Externa-Delegación Córdoba




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